Muchas veces acuden a nuestra consulta madres y padres preocupados porque les han dicho que sus hijos podrían ser niños con Altas Capacidades. Se abre ante ellos un mundo de incertidumbre en el que no saben qué hacer ni a qué atenerse.
Los niños con altas capacidades son niños que aprenden de manera diferente, y eso requiere ajustes tanto en casa como en colegio para poder ayudarles a aprender y a crecer.
¿Qué quiere decir que mi hijo tenga Altas Capacidades?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una persona es “superdotada” cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130. No obstante, y dado lo estricto de un test de inteligencia, actualmente los especialistas valoran también otros indicadores cuantitativos y cualitativos como son la creatividad, el estilo de aprendizaje, el desarrollo evolutivo, y otras características propias de la alta capacidad.
Los estudios más recientes prefieren referirse a los niños de Altas Capacidades como aquellos que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior y una forma de aprender radicalmente distinta, que los diferencia del resto de niños de su edad.
Según un estudio de hace algunos años del Ministerio de Educación, en España había 27.133 alumnos de altas capacidades, es decir, el 0,33% del total de alumnos matriculados. La cifra está muy alejada del porcentaje de alumnos de altas capacidades estimado por los estudios más recientes, que lo sitúan en torno al 10%, lo que significa que la gran mayoría de estos alumnos siguen, por tanto, sin identificar ni atender.
Cómo son los niños con altas capacidades
Los niños con altas capacidades son niños curiosos y observadores, que tienen ideas inusuales, realizan preguntas poco habituales y utilizan razonamientos de adultos.
Su vocabulario es avanzado para su edad, disfrutan en compañía de la gente adulta, tienen mucha fantasía y gran poder de abstracción.
Sus movimientos son muy coordinados y se muestran enérgicos.
Suelen reconocer secuencias complejas y establecer relaciones que para el resto pasan desapercibidas y por ello pueden dar soluciones diferentes a problemas corrientes.
Habitualmente muestran una gran sensibilidad por las necesidades de los demás y se dan cuenta de problemas que para otros pasan desapercibidos. Son sensibles y emocionales y se preocupan por la equidad y la justicia.
Además, tienden a gozar de una gran memoria y a recordar muchos datos curiosos y muestran gran capacidad de atención con aquello que les interesa.
Piensan y se expresan con fluidez y son muy observadores.
Mitos y realidades
Como en otras muchas cosas, hay muchos mitos en torno a los niños con Altas Capacidades, lo que genera en las familias no solo dudas sino también miedo.
Es muy común pensar que son niños que obtienen muy buenas calificaciones académicas, pero no siempre es así, dado que en ocasiones son niños que se distraen en clase y que no quieren hacer deberes. También suelen aburrirse en la escuela, porque lo que se imparte no despierta su interés, por lo que tienden a distraerse e incluso molestar al resto.
Suele creerse también que es algo genético, aunque también influye enormemente el entorno que tenga el niño y cómo se le haya motivado para desarrollar sus capacidades.
En ocasiones, parecen niños muy serios, pero puede deberse a que su sentido del humor es más avanzado que el resto.
También suele pensarse que les interesan todos los temas y tienen que saber mucho de todo, cuando en realidad lo más habitual es que haya temas que les interesan particularmente y otros que les aburren.
Igualmente, en ocasiones se asocia tener altas capacidades con problemas psicológicos como el déficit de atención, en la mayoría de los casos por falta de formación de padres, profesores y psicólogos.
Y por último, pero no menos importante, muchas veces pensamos que los niños con altas capacidades deben tener profesores con altas capacidades, cuando lo que necesitan realmente son profesionales preparados que conozcan sus necesidades y se adapten en la forma de enseñar.
Necesidades educativas, sociales y emocionales
Los niños con altas capacidades tienen, por un lado, las mismas necesidades que el resto de niños, pero, por otro lado, tienen una serie de necesidades diferentes que es importante que atendamos.
A nivel educativo, es importante que el niño tenga una enseñanza adaptada con un enfoque multidisciplinar, con acceso a recursos adiciones, estímulos para desarrollarse, y un espacio donde poder utilizar sus habilidades. Es importante también que conforme vaya creciendo vaya teniendo control sobre lo que aprende, participando en su proceso de enseñanza y aprendizaje.
En el ámbito social necesita un clima abierto donde pueda imaginar, crear y proponer nuevas ideas, un lugar en el que, más allá de repetir contenidos, se valore su creatividad, y, sobre todo, una orientación en sus relaciones interpersonales y sociales.
En lo relativo a la parte emocional, como todos los miembros de la familia, necesitará amor y comprensión, como cualquier niño de su edad.
Si crees que tu hijo tiene altas capacidades o ya tienes el diagnóstico y necesitas que te guiemos para desarrollar todo su potencial, ponte en contacto con Psiconervión, consulta psicológica en Bilbao.
* Puedes encontrar más información en https://www.aest.es/, Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST).
Psicóloga y psicoterapeuta inscrita en el Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia con nº BI05368. Eleonora trata dificultades y problemas inherentes a todas las edades a través de terapias individuales, en pareja o en grupo si se precisa. Especialista en técnica EMDR para la resolución de traumas.