La anhedonia es la incapacidad de sentir, supone una falta de motivación e interés hacia el entorno.
A lo largo de este artículo, exploraremos qué es la anhedonia y cuáles son sus tipos, qué síntomas aparecen y qué diferencias existen con la depresión. Además, trataremos de determinar cómo reconocer la anhedonia, cuáles son sus posibles causas, cómo se evalúa y, por último, cuáles son sus posibles tratamientos.
Qué es la anhedonia
La anhedonia se define como la incapacidad de sentir placer o satisfacción con actividades que antes si resultaban agradables. Existe una falta de interés y de reactividad hacia estímulos que se consideran placenteros: escuchar música, ir al cine, comer, reunión con amigos, pasear…
La falta de reacción que se observa en la anhedonia se entiende a su vez como una falta de motivación y un sentimiento de profunda insatisfacción, que interfiere significativamente en la calidad de vida de quién la sufre.
La anhedonia no es entendida como un trastorno, sino como un síntoma presente en algunas enfermedades y trastornos tales como hipotiroidismo, Parkinson, depresión, trastornos de la personalidad o estrés postraumático.
Tipos de anhedonia
La anhedonia puede afectar a todos los aspectos de la vida de una persona o centrarse en un único aspecto. De esta forma, existen tres tipos de anhedonia:
- Anhedonia social: se traduce en una falta de interés y satisfacción al interactuar con los demás y tener algún tipo de contacto social. Un ejemplo de ello sería una reunión con tus amigos, que antes te encantaba, y ahora no te produce ningún tipo de placer.
- Anhedonia física: existe una incapacidad para disfrutar de estímulos físicos, como por ejemplo una falta de satisfacción al comer tu plato favorito
- Anhedonia sexual: se manifiesta como una pérdida de interés y ausencia del disfrute en las relaciones sexuales
Síntomas de la anhedonia
Como ya hemos visto, la anhedonia no se manifiesta de la misma forma en todas las personas, ya que va a depender del tipo que sufran. Sin embargo, hay una serie de síntomas generales y comunes que se relacionan con la anhedonia:
- Pérdida de interés o placer en actividades
- Disminución de la respuesta emocional
- Fatiga o falta de energía
- Aislamiento social
- Alteraciones de sueño
- Dificultad para reconocer las emociones propias
- Cambios en la conducta alimentaria
- Sentimiento de frustración e incapacidad
- Falta de motivación
Diferencias entre anhedonia y depresión
La anhedonia y la depresión son conceptos relacionados que se solapan, por ello vamos a tratar de establecer una diferencia entre ambos. Mientras que la anhedonia es un síntoma principal de la depresión, ya que un 70% de quienes sufren depresión tienen también anhedonia, la depresión es un trastorno más amplio que incluye múltiples síntomas.
La anhedonia puede aparecer en diversos trastornos y no solo en la depresión. Esta puede variar en su duración y ser un síntoma transitorio o persistente, en función del trastorno o enfermedad subyacente. Mientras que el tratamiento en la anhedonia suele centrarse más en la causa, incluyendo técnicas de activación conductual o terapias de redescubrimiento del placer, en la depresión se emplea un enfoque terapéutico más integral.
Cómo reconocer la anhedonia y cuáles son sus posibles causas
Como comentábamos anteriormente, la anhedonia se puede reconocer mediante una serie de síntomas comunes asociados a la misma, tales como una pérdida de interés y placer, desconexión emocional, aislamiento social, falta de motivación y energía…
Entre las posibles causas de la anhedonia encontramos las siguientes:
- Trastornos depresivos: la anhedonia es un síntoma principal de la depresión, principalmente del trastorno depresivo mayor, por lo que la pérdida de placer y la tristeza se presentan conjuntamente
- Alteraciones hormonales: el hipotiroidismo es un ejemplo de ello, pudiendo favorecer la aparición de la anhedonia. Esto ocurre porque las hormonas tiroideas influyen sobre neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que están relacionados con el placer y el estado de ánimo. Una caída en los niveles de estas hormonas puede provocar una falta de estimulación que se traduce a su vez en una incapacidad para experimentar placer
- Trastorno de Estrés Postraumático: tras sufrir un acontecimiento traumático, la anhedonia puede aparecer en respuesta, provocando la evitación de sentimientos o actividades asociadas que antes eran satisfactorias
- Trastornos neurológicos: el Parkinson es un ejemplo de ello, pudiendo llevar a la anhedonia. Esto ocurre porque esta enfermedad afecta a determinadas áreas del cerebro relacionadas con la recompensa y el placer
- Esquizofrenia: en la fase negativa de este trastorno, dónde existe una importante pérdida en la capacidad de disfrutar de la vida, es común observar la presencia de anhedonia
Cómo se evalúa
Para evaluar la anhedonia es importante valorar cómo interfiere y qué impacto tiene en la vida diaria de la persona. Para ello, se emplean una serie de herramientas clínicas, entre las que se incluyen entrevistas clínicas o escalas de autoevaluación. Entre ellas, podemos encontrar la escala MADRS [4], que evalúa la presencia y la intensidad de la anhedonia y de otros síntomas depresivos; o la escala SHAPS, que está específicamente diseñada para medir la anhedonia, dónde se valoran cuestiones como: ¿Disfrutas con tu programa de televisión favorito?, ¿Te gusta pasar tiempo con tus amigos?, ¿Disfrutas con tu comida favorita?…
Tratamiento de la anhedonia
El tratamiento de la anhedonia suele requerir un enfoque multidisciplinario, incluyendo fármacos y psicoterapia.
- Tratamiento Farmacológico: algunos ejemplos son los ISRS, (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) que se utilizan para tratar la depresión y pueden ayudar con la anhedonia al aumentar los niveles de serotonina; o los estimulantes, que aumentan los niveles de dopamina y se emplean cuando la anhedonia provoca una gran falta de energía.
- Psicoterapia:
- Terapia Cognitivo-Conductual: este tipo de terapia es una de las más utilizadas en el tratamiento de la anhedonia. se centra en reconocer y modificar patrones de pensamiento negativos que favorecen la pérdida de placer, y en aportar herramientas para cambiar la perspectiva pesimista y aprender a disfrutar de nuevo de las cosas.
- Terapia de Activación Conductual: se enfoca en la participación activa en actividades placenteras, a pesar de que inicialmente no se experimente ningún tipo de satisfacción. Una vez que se va avanzando, estas actividades ayudan a reactivar los mecanismos cerebrales vinculados con el placer y el disfrute.
- Terapia Interpersonal: con este tipo de terapia se pretende mejorar las relaciones personales y la comunicación social, lo que resulta útil en la anhedonia social.
Si crees que podrías estar experimentando anhedonia o cualquiera de sus síntomas, no esperes más para buscar ayuda. Un diagnóstico y tratamiento temprano pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar. Reserva una cita con nuestros especialistas hoy mismo y comienza tu camino hacia la recuperación y el redescubrimiento del placer en tu vida.
Ana María Moya Merchán es una psicóloga y educadora con amplia experiencia y trayectoria. Está especializada en diferentes campos, incluyendo modificación de conducta, relajación y mediación familiar. Ha trabajado en proyectos pedagógicos y de salud con niños en riesgo y adultos con necesidades de apoyo. Actualmente, se dedica al desarrollo personal, utilizando sus conocimientos y técnicas psicológicas para ayudar a las personas a ser más felices y profundamente humanas.