Todo lo que debes saber sobre la nomofobia o adicción al teléfono móvil

Revisado por Marina Torres Navascués
Publicado el 18/07/2024
Última revisión: 18/07/2024
Fact check
nomofobia o adicción al teléfono móvil

Te levantas y lo primero que haces es mirar el móvil. Lo llevas contigo a todos lados, lo enciendes por inercia para acabar haciendo scroll durante horas en TikTok, y, por favor, qué no se acabe la batería cuándo estoy fuera de casa, ¿cómo voy a estar una hora sin él? 

La nomofobia o adicción al teléfono móvil es considerada el trastorno del siglo XXI. El 66% de la población mundial muestra signos de nomofobia, según un estudio reciente. Sí, has leído bien: dos de cada tres personas experimentan ansiedad o malestar ante la idea de no tener acceso a su teléfono móvil. ¿Te suena familiar?

No estás solo, y no, no se trata de una simple manía: estamos hablando de una adicción al móvil, un fenómeno cada vez más extendido en nuestra sociedad hiperconectada. Ya seas tú quien se siente identificado con esta dependencia o conozcas a alguien que podría estar lidiando con ella, aquí encontrarás la información y las herramientas necesarias para entender y abordar este desafío moderno.

Causas de la nomofobia

La nomofobia, o el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil, no surge de la nada. Este fenómeno tiene raíces profundas en nuestra psicología y en la forma en que la tecnología ha moldeado nuestra sociedad. Entender sus causas es el primer paso para abordar este problema de manera efectiva.

En primer lugar, la hiperconectividad juega un papel crucial. Vivimos en un mundo donde la comunicación instantánea es la norma. Los móviles nos han acostumbrado a estar siempre disponibles y a tener acceso inmediato a información y entretenimiento. Esta constante conexión crea una dependencia psicológica que puede ser difícil de romper.

Además, el FOMO (Fear of Missing Out) o miedo a perderse algo, es un factor significativo. Las redes sociales nos bombardean constantemente con actualizaciones de amigos, noticias y eventos. El temor a quedar fuera de este flujo continuo de información puede generar ansiedad y reforzar la necesidad de estar siempre conectados.

La validación social también juega un papel importante. Los “likes”, comentarios y seguidores se han convertido en una forma de medir nuestra popularidad y autoestima. Esta búsqueda de aprobación puede llevar a una comprobación compulsiva del teléfono.

La dopamina, el neurotransmisor del placer, también está implicada. Cada notificación, mensaje o «like» libera pequeñas dosis de dopamina en nuestro cerebro, creando un ciclo de refuerzo positivo que nos hace volver una y otra vez al dispositivo.

Por otro lado, el uso del móvil como herramienta multifuncional contribuye a su indispensabilidad. Ya no es solo un dispositivo de comunicación, sino también nuestra agenda, banco, entretenimiento y mucho más. Esta versatilidad hace que nos sintamos perdidos sin él.

Entender estas causas nos permite abordar la nomofobia de manera integral, reconociendo que no se trata solo de un hábito, sino de un fenómeno complejo arraigado en nuestra psicología y en las dinámicas sociales contemporáneas.

Adicción al móvil: síntomas 

adiccion al movil

La adicción al teléfono móvil puede manifestarse de diversas formas. A continuación, se presentan los síntomas más comunes en la nomofobia que ayudan a reconocer a alguien con este trastorno:

  • Ansiedad al olvidar el teléfono: Sensación de pánico o malestar intenso cuando no se tiene el dispositivo a mano. Este tipo de adicción es una de las causas más comunes de la ansiedad.
  • Comprobación compulsiva: Necesidad constante de revisar el teléfono, incluso cuando no ha sonado o vibrado.
  • Aislamiento social: Ignorar a las personas presentes para prestar atención al móvil durante quedadas con amigos o familiares. Además de la preferencia por la interacción virtual sobre las relaciones personales cara a cara.
  • Síndrome de vibración fantasma: Sensación de que el teléfono vibra o suena cuando en realidad no lo hace.
  • Insomnio o alteraciones del sueño: Dificultad para conciliar el sueño debido al uso del móvil antes de dormir.
  • Pérdida de productividad: Disminución del rendimiento laboral o académico por el uso excesivo del teléfono.
  • Irritabilidad: Cambios de humor negativos cuando no se puede usar el teléfono, falla el wifi o la batería se agota.
  • Pérdida de interés en otras actividades: Abandono de hobbies o pasatiempos que antes disfrutaban.
  • Problemas físicos: Dolor en el cuello, muñecas o dedos debido al uso prolongado del dispositivo.

Ejemplos de nomofobia y cómo detectarla

Estos son ejemplos de algunas situaciones habituales en las personas adictas al móvil. 

  1. Pánico al salir sin el móvil: Vuelves a casa si lo olvidas, sin importar el retraso.
  2. Carga constante: Llevas siempre un cargador o batería externa por miedo a quedarte sin batería.
  3. Uso en momentos inapropiados: Revisas el teléfono durante comidas familiares o reuniones importantes.
  4. Ansiedad por cobertura: Te pones nervioso en zonas sin señal o Wi-Fi.
  5. Dependencia para dormir: No puedes conciliar el sueño sin revisar el móvil una última vez.
  6. Uso excesivo en vacaciones: Pasas más tiempo fotografiando y publicando que disfrutando del momento.
  7. Prioridad sobre necesidades básicas: Pospones comer o ir al baño por seguir usando el teléfono.
  8. Comprobación nocturna: Te despiertas para revisar notificaciones.
  9. Estrés por respuesta inmediata: Te angustias si no puedes responder mensajes al instante.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la nomofobia?

El tratamiento de la nomofobia requiere un enfoque multidisciplinar y personalizado, ya que no existe una solución única que funcione para todos. Sin embargo, los expertos coinciden en que una combinación de terapias y cambios de hábitos suele ser lo más efectivo.

En primer lugar, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser una de las más eficaces. Esta terapia ayuda a identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que mantienen la adicción. 

Al mismo tiempo, hacer una «dieta digital» es fundamental. Esto implica establecer límites claros en el uso del móvil, como establecer horarios libres de móvil. Las aplicaciones de control de tiempo de pantalla pueden ser útiles para monitorear y reducir gradualmente el uso.

En algunos casos, la terapia de exposición puede ser beneficiosa. Esta técnica implica enfrentar gradualmente situaciones que provocan ansiedad, como estar sin el teléfono por períodos cada vez más largos, bajo la supervisión de un profesional.

Para casos más severos, podría ser necesario un enfoque más intensivo, como programas de desintoxicación digital o incluso tratamiento en centros especializados.Finalmente, el apoyo social es esencial. Involucrar a familiares y amigos en el proceso de recuperación puede proporcionar motivación y responsabilidad adicionales.

¿Te has sentido identificado con alguna de estas situaciones o síntomas? La buena noticia es que no tienes por qué convivir con esta adicción para siempre, la terapia puede ayudarte a desintoxicarte del móvil. No dudes en contactar con nosotros, podemos ayudarte a poner fin a esta situación.

Marina Torres

Soy consciente de la dificultad de tomar la decisión de pedir ayuda y comenzar a ir a terapia, por lo que valoro y respeto a cada persona que hace esfuerzos a todos los niveles para poder acudir. Tengo por tanto un gran compromiso con mis pacientes, además de mucha curiosidad, lo que me impulsa cada día a seguir formándome para poder ofrecer el mejor servicio.

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