La depresión reactiva es uno de los tipos de depresión más frecuentes, desencadenándose como respuesta a un suceso traumático. En este artículo, descubriremos qué es este trastorno, cuáles son sus causas y síntomas, y en qué se diferencia de otros tipos de depresión.
También veremos cómo podemos ayudar a alguien que la padece y qué tratamientos son los más adecuados para enfrentarlo.
Qué es la depresión reactiva
La depresión reactiva es uno de los trastornos del estado de ánimo más comunes e incapacitantes. Este subtipo de depresión se origina a partir de una experiencia traumática o desagradable, que genera estrés y un gran dolor emocional.
Este trastorno surge como reacción a un suceso externo concreto, la cuál adquiere un significado clínico relevante. La American Psychologist Association (APA), define la depresión reactiva como un episodio depresivo mayor que ocurre a partir de un evento difícil.
Esta también es conocida como depresión exógena, diferenciándose de la depresión endógena que tiene un origen biológico y hereditario. Por esta razón, la depresión exógena es más común, pudiendo afectar a muchas más personas en momentos específicos de la vida. Esto significa que todos podemos ser vulnerables a experimentar un suceso personal que acabe en una depresión reactiva, mientras que sólo ciertas personas tienen una predisposición genética a padecer una depresión endógena.
Síntomas clave de la depresión reactiva
A pesar de que los síntomas de la depresión reactiva pueden ser diferentes de una persona a otra en función de la personalidad o la historia vital del paciente, existen una serie de síntomas típicos entre los que encontramos los siguientes:
Síntomas físicos
- Cansancio o falta de energía: puede darse una fatiga constante y una gran dificultad para iniciar cualquier actividad. En los peores casos, puede ocurrir incluso un retraso psicomotor que puede desencadenar en un estupor depresivo, un estado parecido a la catatonia. Por el contrario, también existen casos en los que la persona se siente muy agitada, y lleva a cabo acciones compulsivas como fumar o morderse las uñas
- Cambios en el apetito: se da una reducción del placer que antes se tenía al comer, lo cual lleva a saltarse las comidas. Aunque, en otros casos, se puede recurrir a la comida como vía de escape, comiendo en exceso sobre todo alimentos poco saludables. Estas conductas desadaptativas con la comida provocan una pérdida o aumento de peso significativa que puede derivar en problemas para la salud
- Dolores: se pueden experimentar una serie de síntomas psicosomáticos como migraña, dolor y tensión muscular, problemas gastrointestinales, dolores de espalda…
- Alteraciones del sueño: pueden aparecer problemas para conciliar el sueño, despertares nocturnos, insomnio…
Síntomas emocionales
- Tristeza: la sensación de tristeza constante es un síntoma que lleva a una gran desesperanza y sentimientos de que las cosas no irán a mejor. Estas personas tienen una percepción sesgada de la realidad, viéndola de una forma negativa y pesimista, lo cuál alimenta el estado de depresión
- Sentimientos de culpabilidad: pueden culparse a sí mismas por la experiencia traumática que inició su depresión, incluso si no tienen realmente ninguna responsabilidad. Esto provoca una carga emocional que empeora la situación
- Baja autoestima
- Ansiedad
Síntomas cognitivos
- Problemas de concentración y memoria
- Pensamientos intrusivos: experimentan pensamientos del suceso traumático de forma continua, siendo estos muy difícil de controlar. Además, presentan una tendencia a anticipar resultados negativos sobre cualquier situación del día a día
- Dificultad para tomar decisiones
Síntomas conductuales
- Pérdida de interés/motivación en actividades
- Aislamiento social: la falta de energía y la tristeza que se experimenta continuamente con la depresión reactiva, puede ocasionar un deterioro de las relaciones interpersonales, ocasionando una pérdida de socialización y alejándose de los demás. Los momentos de socialización pueden no resultar igual de agradables que antes, o incluso generar ansiedad a esa persona
Además de tratar de identificar si tú o alguien de tu entorno presenta estos síntomas, puedes visitar nuestro test de depresión desarrollado por psicólogos especialistas para obtener un resultado preliminar para saber si estás sufriendo depresión.
Causas de la depresión reactiva
Como ya hemos mencionado antes, la depresión reactiva se origina como respuesta a una experiencia traumática o estresante, estando directamente relacionada con esa situación externa identificable. Cualquier cambio vital que ocasione un gran estrés, podría derivar en una depresión reactiva. Algunos ejemplos son: pérdida de un ser querido, problemas económicos, ruptura, enfermedad grave, pérdida del empleo, conflictos interpersonales…
Aunque cualquier persona podría llegar a desarrollar este trastorno, existen una serie de condiciones con una mayor predisposición a sufrir depresión reactiva:
- Personas que están sometidas a mucho estrés de manera continua, debido a su profesión o a su entorno personal
- Personas con autoconcepto negativo, baja autoestima, percepción sesgada de la realidad
- Personas muy exigentes y perfeccionistas

Diferencias entre depresión reactiva y otros tipos de depresión
A diferencia de otros tipos de depresión que pueden no tener una causa clara o estar vinculadas a factores biológicos o genéticos, la depresión reactiva está directamente relacionada con una situación específica, contando con una causa identificable.
Depresión reactiva vs. tristeza
Mientras que la tristeza es una emoción que todos experimentamos ante situaciones complicadas, siendo normalmente transitoria y no teniendo un impacto muy significativo en la vida cotidiana; la depresión reactiva es mucho más intensa y continuada, interfiriendo significativamente. A pesar de que la tristeza puede provocar malestar, no incapacita a una persona a que lleve a cabo sus actividades cotidianas, sin embargo, la depresión reactiva si provoca una serie de síntomas que tienen un impacto muy negativo y que impiden el funcionamiento diario de esa persona.
Además, mientras que la tristeza no distorsiona la percepción de la realidad, la depresión reactiva provoca una visión negativa y sesgada.
Depresión reactiva y comorbilidades
La depresión reactiva comparte síntomas con otros trastornos de ansiedad. La preocupación continua y los pensamientos intrusivos relacionados con el suceso traumático, pueden provocar síntomas de ansiedad que agravan la depresión reactiva.
Por otro lado, hablando del evento traumático que ocasiona este tipo de depresión, también puede originar un trastorno de estrés postraumático, lo que dificulta aún más el tratamiento.
Algunas personas pueden recurrir al abuso de sustancias para gestionar el dolor emocional que experimentan con la depresión reactiva, lo cual provoca dependencia y dificulta la superación del problema.
Cómo ayudar a alguien con depresión reactiva
Para ayudar a alguien que padece depresión reactiva, existen una serie de estrategias que se pueden implementar:
- Apoyo emocional: escuchar a esa persona sin juzgarla, comprendiendo sus emociones y haciéndole saber que no está sola. Es importante no minimizar su dolor y ser paciente entendiendo posibles cambios en el estado de ánimo, y ofreciendo apoyo.
- Ayudar con las tareas: quien padece depresión reactiva puede sentir una gran incapacidad para realizar tareas diarias como hacer la compra o cocinar, por lo que puedes ofrecer tu ayuda para dividir sus responsabilidades y que las perciba más fáciles de manejar y de llevar a cabo.
- Señales de peligro: es importante estar atento a las señales de alerta que nos indican que esa persona está empeorando cada vez más y que necesita ayuda profesional para hacer frente al problema.
- Distracciones: aunque no tenga ganas de ningún tipo de contacto social, intenta animarla progresivamente a realizar alguna actividad que antes solía gustarle, como salir a caminar, ver una película, o simplemente acompáñala y mantente presente.

Tratamiento psicológico de la depresión reactiva
Las terapias más efectivas en el tratamiento de la depresión reactiva se enfocan en ayudar a procesar y gestionar el suceso traumático que ha originado el trastorno depresivo, y en abordar los síntomas asociados.
Algunas de las terapias más adecuadas para enfrentar este problema son:
- Terapia Cognitivo-Conductual: mediante esta terapia el objetivo está en ayudar a la persona a que sea consciente del impacto que tienen sus pensamientos y comportamientos en su estado emocional, tratando de modificarlos por comportamientos adaptativos mediante el reencuadre cognitivo. Además, también enseña habilidades para gestionar el estrés de forma adecuada y para la resolución de problemas que contribuyen a la depresión reactiva
- Terapia de Duelo: esta terapia es muy efectiva en el caso de que la causa de la depresión reactiva sea la pérdida de un ser querido, ayudando a procesar el duelo y trabajando en cómo poder aceptar y afrontar la pérdida. También se centra en el desarrollo de habilidades para gestionar el dolor emocional
- Terapia de Aceptación y Compromiso: su objetivo consiste en aceptar las emociones difíciles en lugar de intentar reprimirlas, ayudando a adquirir flexibilidad psicológica y a centrarse en las cuestiones que son importantes a nivel personal. Se trabaja con diferentes técnicas como mindfulness o la aceptación consciente
- Terapia Interpersonal: esta terapia se centra en adquirir habilidades interpersonales y en la resolución de problemas asociados con las relaciones, ayudando a reconocer y modificar patrones desadaptativos en este ámbito y trabajando cómo afrontar los problemas. Además, también se centra en que la persona adquiera una comunicación efectiva y en que mejore sus habilidades sociales
Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas de depresión reactiva, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Psiconervión contamos con profesionales especializados que pueden ayudarte a superar este difícil momento y recuperar tu bienestar emocional. Estamos aquí para apoyarte.
Referencias
Guadarrama, L., Escobar, A., & Zhang, L. (2006). Bases neuroquímicas y neuroanatómicas de la depresión. Revista de la Facultad de Medicina UNAM, 49(2), 66-72.
Castrillón, A. L. C., Orjuela, R. S. L., & Muñoz, L. P. (2004). Prevalencia de depresión reactiva en los adolescentes de los programas de la facultad de ciencias de la salud en la fundación universitaria del área andina Pereira. Investigaciones Andina, (8), 29-34.
Campillo, C., & Caraveo, J. (1979). Epidemiología de la depresión. Salud Mental, 2(4), 40-44.