Leyendas de Barakaldo

Leyendas de Barakaldo

En el corazón del País Vasco, entre verdes valles y ríos que susurran antiguas historias, se encuentra Barakaldo, una ciudad rica en historia y enigmas. Este lugar, más que un simple punto en el mapa, es un tesoro de narrativas que han sido transmitidas de generación en generación, envolviéndola en un manto de misterio y fascinación.

Las leyendas de Barakaldo son más que cuentos; son el eco de un pasado que se niega a ser olvidado, invitándonos a explorar los rincones más sombríos y las tradiciones más antiguas de este enclave vasco. En este post, nos embarcaremos en un viaje a través del tiempo, descubriendo las leyendas más cautivadoras que hacen de Barakaldo un lugar único en el mundo.

5 Leyendas de Barakaldo que quizás no conozcas

La Torre de Beurko

La leyenda narra la historia de Santiago Murrieta, un joven abandonado por su tío en Beurko, Barakaldo, quien encuentra refugio y trabajo en la casa-torre de la influyente familia Beurko tras el fallecimiento del abuelo y señor de Beurko. A pesar de la inicial aceptación y su arduo trabajo, el amor prohibido entre Santiago y Maruja, la hija del señor de la torre, lleva a una tragedia personal orquestada por la esposa celosa del señor de Beurko. Acusado falsamente y expulsado, Santiago jura volver. Tras muchos años, regresa enriquecido por sus éxitos como minero, naviero y banquero, decidido a comprar las tierras que una vez trabajó. Revelando su identidad sólo después de cerrar la compra de la deteriorada Casa-torre de Beurko, Santiago Murrieta no busca venganza pero sí justicia, dejando a la familia Beurko despojada y humillada, cumpliendo así su promesa de retornar victorioso.

Zuzidun Txakurra

La leyenda barakaldesa de Zuzidún Txakurra, «El Perro de la Tea», narra cómo un perro negro con una tea encendida en el hocico aparecía en la noche siguiente al fallecimiento de alguien en la localidad, sembrando el miedo entre los aldeanos. A pesar de las preocupaciones expresadas en una reunión con el sacerdote local, este último desestimó las historias como supersticiones, instando a los aldeanos a mantener su fe. Un giro intrigante surge cuando un aldeano afirma haber interactuado con el perro, revelando que era el alma de un difunto en busca de redención. La historia concluye sin una resolución clara, dejando a la comunidad dividida entre la incredulidad y el misterio, perpetuando la leyenda de Zuzidún Txakurra como un símbolo de las tradiciones y el folklore de Barakaldo.

San Roque el «Curandero»

Durante una peste de tiña en Sestao, los desesperados habitantes decidieron solicitar la ayuda de San Roque, el patrón de las pestes, al no encontrar alivio en las hierbas y pócimas locales. Al no poseer una imagen del santo, intentaron sin éxito pedirla prestada a Portugalete, para luego dirigirse a El Regato en Barakaldo, donde sí lograron obtenerla gracias a la generosidad del cura local. A pesar de las condiciones estipuladas para la devolución del santo, San Roque se quedó en Sestao más tiempo del acordado, curando a los enfermos. Esto generó tensiones entre las comunidades de El Regato y Sestao, culminando en la recuperación forzosa de la imagen por parte de los barakaldeses. La leyenda subraya no solo el poder milagroso de San Roque sino también la conexión y las rivalidades entre los pueblos vecinos, destacando cómo un santo pudo unir a las comunidades a través de la fe y la gratitud, a pesar de las disputas sobre su legítimo lugar de veneración.

La casa del maleficio

En 1924, el barrio de Zuazo en Barakaldo se vio envuelto en una serie de misteriosos sucesos que superaron en notoriedad a los famosos eventos del «Duende de Zaragoza». Los habitantes del barrio, aún creyentes en brujas y espíritus, se encontraron con inexplicables ruidos nocturnos que provocaron gran alarma y especulaciones sobre su origen, sugiriendo la presencia de almas en pena o penitentes. A pesar de las suposiciones de los aldeanos sobre los causantes de estos ruidos, que incluían desde fantasmas hasta criminales en busca de sangre, la comunidad se vio sumida en el temor, afectando especialmente a los niños. Ante la incapacidad de explicar estos fenómenos, los aldeanos buscaron la intervención del cura local, quien atribuyó los hechos a la falta de fe y desestimó la existencia de cualquier ente sobrenatural. Finalmente, las autoridades esclarecieron el misterio, descubriendo que los ruidos provenían de viejos utensilios de cocina ocultos entre las hiedras de una casa en ruinas, disipando los temores de los aldeanos y capturando al «fantasma sabanero» de la Vega de Ansio, quien resultó ser un hombre del barrio de Cáriga con problemas mentales. Esta historia, mezcla de realidad y leyenda, resalta las supersticiones y el modo de vida de la época en Barakaldo.

La campana de Gastaca

A finales del siglo XIX en Barakaldo, un estricto alcalde emitió un bando prohibiendo las blasfemias y juramentos hacia lo divino por parte de los arrieros y carreteros, cuyos improperios eran comunes dada la dificultad de los caminos. Para hacer cumplir su mandato, impuso multas a quienes desobedecieran, recaudando suficiente dinero para fundir una campana para la Parroquia de San Vicente, inscribiéndola con un mensaje que recordaba la fuente de su financiación: las multas por blasfemias. Esta campana, que llevaba el nombre del alcalde J.R. Gastaca, sirvió hasta que se rajó medio siglo después, siendo reemplazada en 1942. La historia deja abierta la cuestión sobre el destino final del alma del alcalde Gastaca, planteando si las oraciones de un clero agradecido o las maldiciones de los arrieros sancionados tendrían algún efecto en su destino eterno. La anécdota de esta campana se convirtió en una pieza peculiar de la historia local, siendo recordada tanto por su origen como por su impacto en la comunidad.

Qué tienen en común las leyendas de Barakaldo

Las leyendas de Barakaldo, más allá de compartir la ubicación en esta región del País Vasco, tienen varios elementos en común que reflejan la rica tapestría cultural y espiritual de la zona:

  • Presencia de lo sobrenatural y lo místico: Muchas de estas historias involucran elementos sobrenaturales, como brujas, demonios, o espíritus, que juegan un papel central en el desarrollo de los acontecimientos. Esto refleja las creencias y temores ancestrales que han permeado la comunidad a lo largo de los siglos.
  • Moralidad y enseñanzas: Casi todas las leyendas llevan implícitas lecciones morales o advertencias. Estas historias no solo se cuentan para entretener o asustar, sino también para enseñar valores como la importancia de la fe, la consecuencia de los actos inmorales, y el poder de la redención.
  • Conexión con la naturaleza y el paisaje: El entorno natural de Barakaldo, desde sus valles hasta sus ríos y montañas, juega un papel importante en estas leyendas, no solo como escenario sino también como un elemento activo dentro de las historias. La naturaleza a menudo se personifica o se le atribuyen poderes mágicos.
  • Herencia cultural vasca: Las leyendas reflejan la rica herencia cultural del País Vasco, incluyendo sus tradiciones, prácticas religiosas, y el idioma. A través de estas historias, se preservan y transmiten los aspectos únicos de la cultura vasca.
  • Interacción entre lo humano y lo divino: En muchas de estas leyendas, los personajes humanos interactúan directamente con seres de otros mundos, lo que refleja una cosmovisión en la que lo humano y lo divino o sobrenatural están estrechamente entrelazados.

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