La resiliencia es una cualidad psicológica que nos permite enfrentar y adaptarnos de manera positiva a situaciones adversas o estresantes. Es la capacidad de sobreponernos, recuperarnos y crecer a pesar de las dificultades que encontramos en la vida.
La resiliencia no significa evitar el dolor o las emociones difíciles, sino más bien aprender a lidiar con ellas de manera saludable y fortalecer nuestra capacidad de afrontar los desafíos.
De donde proviene la palabra “Resiliencia”
La palabra «resiliencia» proviene del latín «resiliens«, que es el participio presente del verbo «resilire«. Este verbo significa «saltar hacia atrás» o «rebotar», y originalmente se utilizaba en el contexto físico para describir cómo algunos objetos o materiales vuelven a su forma original después de ser sometidos a presión.
Con el tiempo, el término se ha adaptado y expandido en psicología y otras ciencias sociales para referirse a la capacidad de las personas o sistemas de adaptarse y recuperarse de adversidades o traumas.
Características de la resiliencia
La resiliencia implica una serie de características y habilidades que nos permiten enfrentar la adversidad de manera constructiva:
- Autoconciencia emocional: la capacidad de reconocer y entender nuestras emociones es fundamental para manejarlas de manera adecuada.
- Optimismo y pensamiento positivo: mantener una actitud positiva y creer en nuestra capacidad para superar las dificultades nos brinda fuerza y motivación.
- Flexibilidad y adaptabilidad: ser capaces de adaptarnos y ajustar nuestros planes ante situaciones cambiantes es esencial para enfrentar los desafíos.
- Red de apoyo social: contar con el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental nos ayuda a enfrentar las dificultades con mayor resiliencia.
- Búsqueda de soluciones: enfocarnos en encontrar soluciones y aprender de las experiencias nos permite crecer y superar los obstáculos.
Diferencias entre optimismo y resiliencia
El optimismo y la resiliencia son dos conceptos psicológicos que a menudo se mencionan juntos, pero tienen significados distintos y se manifiestan de diferentes maneras.
Optimismo
- El optimismo es una disposición o tendencia a esperar resultados positivos en el futuro. Los optimistas generalmente mantienen una perspectiva positiva sobre la vida y esperan que las cosas vayan bien, incluso en situaciones difíciles.
- Esta actitud se basa en la creencia de que los eventos y circunstancias futuras serán fundamentalmente buenos, lo cual puede influir en cómo una persona percibe y reacciona ante los desafíos.
- El optimismo puede mejorar la salud y el bienestar general, ya que reduce el estrés y promueve comportamientos saludables y proactivos.
Resiliencia
- La resiliencia, por otro lado, es la capacidad de recuperarse o adaptarse frente a la adversidad, el trauma, la tragedia o amenazas significativas. No implica necesariamente una expectativa positiva de los resultados, sino más bien una fuerte capacidad de recuperación y recuperación.
- Es la habilidad de afrontar eficazmente los desafíos, aprender de ellos y salir fortalecido o al menos restaurado a un estado de normalidad funcional.
- Los resilientes no solo enfrentan las adversidades y recuperan su equilibrio, sino que también pueden experimentar crecimiento personal y desarrollo a través de estas experiencias.
Podemos decir que, mientras que el optimismo se relaciona más con una expectativa generalmente positiva hacia la vida y el futuro, la resiliencia describe la capacidad de manejar activamente y superar la adversidad. Ambos pueden estar interrelacionados, ya que una actitud optimista puede contribuir a la resiliencia, al proporcionar la esperanza y la motivación necesarias para enfrentar y superar los desafíos.
Cómo ser más resiliente
Aunque algunas personas pueden tener una mayor predisposición a la resiliencia, esta cualidad también puede desarrollarse y fortalecerse a lo largo del tiempo. Algunas estrategias para desarrollar la resiliencia incluyen:
- Fomentar la autoestima y la autoconfianza: trabaja en reconocer tus logros y capacidades, y en confiar en tus habilidades para afrontar los desafíos.
- Cultivar una red de apoyo social: mantén y fortalece tus relaciones con amigos y familiares. Contar con el apoyo emocional de personas cercanas es un pilar fundamental para la resiliencia.
- Practicar la autocompasión: sé amable contigo mismo y trata tus errores y fracasos con comprensión y aceptación.
- Mantener una actitud positiva: enfócate en lo que puedes aprender y mejorar a partir de las dificultades, en lugar de centrarte en los aspectos negativos.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento: aprende técnicas de manejo del estrés y la ansiedad, como la meditación, la respiración profunda o la práctica de la atención plena.
- Buscar ayuda profesional si es necesario: si te sientes abrumado por las dificultades, no dudes en buscar la ayuda de un psicólogo o terapeuta que pueda guiarte en el proceso de fortalecer tu resiliencia.
Ejemplos de resiliencia
La resiliencia es una cualidad admirable que permite a las personas enfrentar desafíos y adversidades, superando obstáculos a veces insuperables para lograr sus objetivos y transformar sus vidas. Existen millones de ejemplos de resiliencia tanto de personas anónimas como conocidas, pero a continuación expondremos 3 para que consigas entender mejor este concepto:
Nelson Mandela, de 27 años en prisión a primer presidente de raza negra
Después de pasar 27 años en prisión por su lucha contra el apartheid en Sudáfrica, Mandela no solo mantuvo su compromiso con la justicia y la igualdad, sino que también promovió la reconciliación en su país. Como presidente de Sudáfrica, trabajó incansablemente para desmantelar el legado del apartheid y fomentar una cultura de paz y unidad.
J.K. Rowling pasó de una pérdida familiar, una ruptura y depresión a triunfar con Harry Potter
Antes de convertirse en una de las autoras más famosas del mundo, J.K. Rowling enfrentó la muerte de su madre, un matrimonio fallido y la depresión mientras criaba a su hija como madre soltera. Durante este período de dificultades económicas y emocionales, escribió «Harry Potter», una serie de libros que no solo transformaría su vida sino que también inspiraría a millones de lectores en todo el mundo.
Superación de una enfermedad grave
Una persona que ha sido diagnosticada con una enfermedad grave, como cáncer, y enfrenta los desafíos del tratamiento extenuante. A pesar de los efectos secundarios debilitantes y las incertidumbres emocionales, esta persona se mantiene optimista, se apoya en su red de amigos y familiares para fuerza y motivación, y finalmente logra entrar en remisión, utilizando su experiencia para ayudar y alentar a otros en situaciones similares.
Conclusión
La resiliencia es una cualidad valiosa que nos permite afrontar los desafíos de la vida con fortaleza emocional y adaptabilidad. Desarrollar esta habilidad nos ayuda a superar las dificultades y a crecer a partir de las experiencias difíciles. La resiliencia no nos hace inmunes al dolor, pero nos permite encontrar significado y crecimiento incluso en los momentos más difíciles.
Busca ayuda profesional si es necesario. En nuestros centros Psiconervión estaremos encantados de poder ayudarte a fortalecer tu resiliencia y enfrentar los desafíos de la vida con mayor confianza y determinación.
Marina Villar del Saz es psicóloga sanitaria en Psiconervión. Entre sus especialidades se encuentran la psicoterapia para adultos y terapia para terapeutas. Además trabaja tanto de forma presencial, como en terapia online.