Un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) se define como un conjunto de problemas graves relacionados con la alimentación, el peso y la imagen corporal.
A lo largo de este artículo vamos a identificar qué es el trastorno de la conducta alimentaria, cuáles son sus síntomas, los tipos de TCA, a quién afecta, y qué tratamiento existe para poder superarlo.
Qué son los trastornos de la conducta alimentaria
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se caracterizan por presentar un patrón de alimentación anormal que ocasiona múltiples problemas para la salud física y psicológica. Están relacionados con malestar físico, emocional y social, y a pesar de que cualquier persona puede llegar a desarrollarlos, existen grupos más vulnerables.
Estos trastornos en los que se producen conductas extremas y perjudiciales relacionadas con la imagen corporal y el control del peso, pueden tener graves consecuencias e incluso en casos extremos, llegar a ser mortales. Están relacionados con otras alteraciones como la depresión, la ansiedad o el trastorno obsesivo-compulsivo.
Síntomas de los TCA
Aunque los síntomas de los TCA pueden variar según el tipo específico de TCA, existen una serie de síntomas comunes:
- Cambios en el peso: existe una gran preocupación por la imagen corporal y por el peso, produciéndose cambios rápidos o significativos en el mismo
- Desnutrición: como consecuencia de una anormal alimentación, existen deficiencias nutricionales que pueden provocar debilidad, cansancio…
- Problemas Gastrointestinales: puede darse dolor abdominal, náuseas, estreñimiento, vómitos…
- Daños dentales: se produce una erosión del esmalte dental y otros problemas relacionados debido a los episodios de vómito frecuentes
- Ejercicio excesivo: se realiza ejercicio de forma compulsiva para lograr perder peso o contrarrestar el consumo de alimentos
- Patrón alimentario anormal: atracones, purgas, restricción de alimentos, consumo de sustancias no nutritivas o alimentarias…
- Aislamiento social: apenas existen actividades sociales, sobre todo las que involucran comida
- Conflictos familiares: los hábitos alimentarios disfuncionales provocan problemas y conflictos interpersonales
- Autoestima Baja: las personas con baja autoestima son más propensas a mantener una percepción distorsionada de ellos mismos, desarrollando sentimientos de culpa o vergüenza tras la ingesta de alimentos
- Depresión y Ansiedad: existe una alta prevalencia de depresión y ansiedad asociado con los TCA
Tipos de TCA
Existen distintos tipos de TCA, entre los que encontramos:
- Anorexia nerviosa: las personas con anorexia presentan un gran miedo a ganar peso y tienen una percepción distorsionada de su cuerpo, llegando a restringir de forma importante el consumo de alimentos, lo cuál desencadena en una pérdida de peso muy peligrosa
- Bulimia nerviosa: este trastorno se define por episodios recurrentes de atracones que van seguidos de conductas compensatorias como vómitos o ejercicio excesivo. A diferencia de la anorexia, las personas con bulimia presentan un peso normal o incluso por encima de lo normal
- Síndrome del comedor nocturno: se produce una ingesta excesiva de alimentos por la noche, produciéndose atracones, y existen dificultades para conciliar y mantener el sueño, ocurriendo despertares nocturnos en los cuáles se necesita comer para volver a dormir
- Trastorno de la alimentación selectiva o evitativa: consiste en evitar o restringir una serie de alimentos por aversión a su textura, color o sabor, llevando así a déficits nutricionales
- Pica: se basa en el consumo continuo de sustancias no alimentarias como por ejemplo tierra, cabello, papel, yeso, pintura… desencadenando en problemas graves como intoxicación o infecciones
- Trastorno de Rumiación: en este trastorno se produce una regurgitación repetida de alimentos, siendo remasticados y volviéndose a tragar o a escupirse. Esto puede producir problemas gastrointestinales y causar desnutrición
A quién afecta el Trastorno de la Conducta Alimentaria
A pesar de que cualquier persona puede llegar a desarrollar un TCA, existen algunos grupos que cuentan con una mayor predisposición para ello por una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales:
- Mujeres: las mujeres sufren en torno al 90% de los casos de anorexia y bulimia. La presión por parte de la sociedad a encajar en los cánones de belleza, y la representación surrealista que se muestra de las mujeres en los medios de comunicación y las redes sociales incrementa el riesgo de padecer un TCA
- Adolescentes: los TCA tienden a iniciarse en la adolescencia o la adultez temprana, precisamente porque esta es una etapa de grandes cambios y ocurre una búsqueda de identidad. Los jóvenes tienen una mayor vulnerabilidad a sufrir este problema
- Atletas: los deportistas que requieren mantener un peso determinado para poder desarrollar su profesión con el máximo rendimiento, cuentan con un estrés y una presión alta que los convierte en una población con un mayor riesgo a tener un TCA
- Antecedentes Familiares: quiénes tienen familiares que han sufrido un trastorno de la conducta alimentaria, tienen una mayor predisposición genética a desarrollarlo también
- Experiencias Traumáticas: haber sufrido una mala experiencia de abuso físico, emocional o sexual, se asocia con un mayor riesgo de TCA, entendiéndose como un intento de toma de control sobre determinadas áreas de la vida cuando otras se sienten fuera de control
Si estás enfrentando un trastorno de la conducta alimentaria o conoces a alguien que necesita ayuda, es fundamental contar con un enfoque profesional y personalizado. A través de nuestro servicio de psiconutrición, combinamos el apoyo psicológico con una nutrición adecuada para ayudarte a recuperar el bienestar físico y emocional. Descubre más y da el primer paso hacia tu recuperación
Marina Villar del Saz es psicóloga sanitaria en Psiconervión. Entre sus especialidades se encuentran la psicoterapia para adultos y terapia para terapeutas. Además trabaja tanto de forma presencial, como en terapia online.