A menudo, fruto del desconocimiento, asociamos a los niños y adolescentes que sufren TDAH una serie de comportamientos que no solo no se corresponden con el trastorno, sino que además provocan daño en las personas y las familias que lo sufren.
Desterramos algunos de esos falsos mitos y tratamos de arrojar luz sobre uno de los trastornos mentales más conocido y al mismo tiempo desconocido cuando hablamos de menores.
Pero antes, ¿qué es el TDAH?
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una alteración del desarrollo cerebral que afecta el proceso de maduración de distintas zonas del cerebro, motivo por el cual la persona que lo sufre tiene dificultad para centrar su atención, controlar el movimiento y manejar su impulsividad.
¿Con qué se suele asociar de manera errónea?
El diagnóstico es poco fiable
Actualmente, hay numerosos tests que abordan los TDAH desde diferentes prismas. Su diagnóstico, en la mayoría de los casos, no deja lugar a dudas.
Es un problema de disciplina, la culpa es de los padres
Los niños que padecen TDAH sufren serios problemas de atención, tienen dificultades para permanecer quietos y no pueden controlar su impulsividad. En ningún caso es culpa de los padres por no poder controlar a su hijo o por falta de disciplina.
Se ha puesto de moda
A lo largo del último siglo y medio ha tenido diferentes nombres, pero ya hace muchas décadas que se conoce y se trata en terapia.
No es TDAH, simplemente es un niño difícil
Los niños con TDAH sin impulsivos y no prestan atención. Es decir, las personas que sufren TDAH tienen una discapacidad funcional que ni es solo algo temporal ni se pasará solo.
Tampoco es tan grave
Si no se trata, el TDAH tiene un efecto negativo a largo plazo sobre el niño. Por un lado, afecta directamente a su rendimiento en el colegio y puede llevarle al fracaso escolar. Por otro, daña sus relaciones y su vida social y emocional, desembocando muchas veces en depresión y abuso de sustancias.
Solo afecta en la etapa infantil
El TDAH es un problema crónico, ya que aunque en un tercio de los casos los niños dejan de padecerlo al pasar a la adolescencia, algunas personas mantienen los síntomas durante su vida adulta.
Solo lo tienen los niños, no las niñas
La enfermedad afecta tanto a niños como a niñas, pero en el caso de las niñas suele pasar más desapercibido porque desarrollan menos hiperactividad. Habitualmente sufren menos depresión, pero más trastornos de ansiedad.
Únicamente necesita esforzarse más
No es un problema de motivación o de pereza, y no depende de su actitud. Su cerebro está estructurado de manera diferente.
El tratamiento afecta únicamente al niño
La terapia contra el TDAH debe incluir a los padres y aportarles pautas para poder manejar la conducta del niño. Es importante trabajar en la definición de reglas, el orden en casa, las rutinas, y la motivación.
La medicación produce adicción
En dosis normales, la medicación contra el TDAH no produce adicción.
¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene TDAH?
Si crees que tu hijo padece un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, ponte en contacto con Psiconervión, consulta psicológica en Bilbao especialista en TDAH.
Trabajaremos con el niño o adolescente para que comprenda qué le sucede y pueda mejorar su conducta: ganará en autocontrol y podrá identificar sus sentimientos y emociones. También trabajaremos con la familia, para que aprendáis a manejar la conducta del menor y mejorar la comunicación con él. Y como último pilar, trabajaremos en coordinación con el colegio para que desde ese ámbito se pueda potenciar la conducta positiva del niño y adaptar la pedagogía para facilitar el progreso del menor.
Psicóloga y psicoterapeuta inscrita en el Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia con nº BI05368. Eleonora trata dificultades y problemas inherentes a todas las edades a través de terapias individuales, en pareja o en grupo si se precisa. Especialista en técnica EMDR para la resolución de traumas.